—¡Ni siquiera eres capaz de ponerte en pie! —se burló el hombre, de pie junto a su esposa… y a su amante embarazada.

—¡Ni siquiera puedes caminar! —soltó el hombre con una sonrisa cargada de sarcasmo, observándola desde lo alto, con ese gesto burlón dibujado en los labios. close arrow_forward_ios Read more Play …

—¡Ni siquiera eres capaz de ponerte en pie! —se burló el hombre, de pie junto a su esposa… y a su amante embarazada. Read More