El clavo de olor proviene de los capullos secos del árbol Syzygium aromaticum. Su aroma es intenso, su sabor es picante y ligeramente dulce, por eso es tan popular en repostería, infusiones y platos salados.
Más allá de su uso culinario, esta especia ha sido utilizada durante siglos en remedios tradicionales debido a sus compuestos naturales.
Uno de los más importantes es el eugenol, un antioxidante muy potente que contribuye al bienestar general del organismo.
