La verdad detrás del famoso “colgajo” posparto
Muchas mujeres, después de una cesárea, notan una pequeña bolsita o pliegue justo encima de la cicatriz. Y aunque es algo muy común, pocas saben por qué ocurre o si puede mejorar.
Primero: no hiciste nada mal, no es por descuido, ni por no hacer ejercicio. Es parte del proceso natural del cuerpo tras la cirugía y el embarazo.
¿Qué es el “colgajo” de cesárea?
Es un pliegue de piel y grasa que se forma justo por encima de la incisión. A veces se conoce como flap o cesarean shelf, y ocurre porque la piel cae ligeramente sobre la cicatriz.
¿Por qué aparece?
Estas son las causas principales:
Cómo se cortan y cierran los tejidos
Durante la cesárea se atraviesan varias capas (piel, grasa, músculo).
Cuando se sutura, la piel no siempre vuelve al mismo ajuste, generando ese pliegue.
Cambios en la grasa abdominal
El embarazo estira la piel y redistribuye grasa.
Al desinflamarse el cuerpo, puede quedar exceso justo en la parte baja del abdomen.
Fibrosis interna
Aunque no se ve, por dentro se forma tejido cicatricial más rígido.
Esto puede empujar la piel hacia afuera.
Elasticidad de la piel
Cada cuerpo recupera firmeza a un ritmo diferente.
La genética, la edad y el tipo de piel influyen.
Retención de líquidos y hormonas
El cuerpo tarda semanas o meses en volver a su equilibrio después del parto.
¿Cuándo mejora?
Muchos cambios suceden entre los 3 y 12 meses posparto.
La inflamación baja, los tejidos se acomodan y la piel se retrae poco a poco.
¿Se puede mejorar sin cirugía?
Sí, y muchas mujeres logran excelentes resultados con constancia:
Masajes y drenaje linfático
Ejercicios de abdomen profundo (como hipopresivos)
Cremas reafirmantes + masaje constante
Radiofrecuencia, cavitación o tratamientos estéticos
No son resultados inmediatos, pero ayudan muchísimo.
¿Y la cirugía?
Si hay mucho exceso de piel o la cicatriz quedó muy hundida, algunas personas optan por:
- Mini abdominoplastia
- Abdominoplastia completa (en casos específicos)
Esto se recomienda solo cuando ya no se planean más embarazos.
¿Se puede prevenir?
No completamente, porque depende de genética y cicatrización.
Pero llevar una buena hidratación, cuidar la piel durante el embarazo y fortalecer el abdomen profundo puede ayudar a reducirlo.
Mensaje final
Ese pliegue no es un defecto:
es una señal de amor, fuerza y vida.
Con tiempo, cuidados y paciencia, puede mejorar.
Y si decides trabajar en él, hazlo desde el amor hacia tu cuerpo, nunca desde la comparación o la culpa.
Tu cuerpo no quedó marcado: quedó transformado.
Y esa transformación también merece respeto y cariño.
