La salud de Bruce Willis continúa siendo motivo de preocupación para su familia, luego de que su esposa, Emma Heming, confirmara que el actor de 70 años fue trasladado a una vivienda adaptada con atención permanente.
Esta decisión, revelada en una entrevista con Diane Sawyer para el especial Emma & Bruce Willis:
The Unexpected Journey, busca garantizarle los cuidados especializados que requiere en esta etapa de su enfermedad.
Heming señaló que la medida, aunque dolorosa, fue tomada pensando en el bienestar de sus hijas menores, Mabel y Evelyn.
La residencia, ubicada cerca del hogar familiar, permite que las niñas mantengan un contacto constante con su padre.
Sin que su propio espacio se convierta en un lugar exclusivamente destinado al cuidado médico.
“Bruce querría que ellas vivieran en una casa pensada para sus necesidades, no para las suyas”, explicó.
La entrevistada también compartió que el deterioro en la capacidad de comunicación de Willis ha avanzado y que está perdiendo el lenguaje.
Sin embargo, aclaró que su estado físico se mantiene relativamente estable y que la familia ha aprendido a buscar nuevas maneras de comunicarse con él, valorando los gestos y emociones por encima de las palabras.
El camino de esta enfermedad comenzó en 2022, cuando se anunció que el actor debía retirarse de la actuación debido a un diagnóstico de afasia.
Un año después, la condición se amplió a demencia frontotemporal, lo que supuso un reto aún mayor.
Desde entonces, tanto Heming como Demi Moore y las hijas mayores de Willis —Rumer, Scout y Tallulah— han estado presentes, acompañando este proceso con unidad familiar.
Aunque el presente es difícil, Heming destacó que todavía existen momentos de luz.
En pequeñas ocasiones, Willis muestra destellos de su personalidad de siempre, con risas o gestos de cercanía que emocionan profundamente a sus seres queridos.
Para ellos, esos instantes se convierten en recordatorios valiosos del hombre que marcó sus vidas y que, pese a la enfermedad, sigue dejando huella en su entorno más cercano.