La célebre abogada cubanoamericana Ana María Polo, estrella del reality de Telemundo Caso Cerrado, ha sido catalogada como una de las personalidades hispanas más influyentes del mundo. A sus 59 años, ha logrado récords de audiencias y se ha ganado el reconocimiento de toda la comunidad latina en Estados Unidos.
Sin embargo, detrás de su fama y éxitos en la televisión de Miami, se esconde un doloroso pasado que forjó su fuerte carácter ante las injusticias y su empatía con las mujeres, los enfermos y desvalidos.
Aunque creció entre Puerto Rico y Miami, la Dra. Polo nació en La Habana el 11 de abril de 1959. A la temprana edad de 2 años, la pequeña Ana María dijo adiós a todo lo que conocía y partió hacia Puerto Rico junto a su familia, que abandonó Cuba por desavenencias con el recién instaurado régimen comunista.
La familia Polo vivió en Puerto Rico durante poco más de una década, hasta que un lamentable suceso los obligó a empezar de nuevo sus vidas en otro país. Si bien afirma que tuvo una linda niñez en la isla, Ana María todavía recuerda un cartel que fue colocado en el negocio de su padre: “Váyanse cubanos cochinos”.
Esto ocurrió poco después de que uno de los contadores que trabajaba con su padre fuera asesinado. A partir de ese momento, Ana comenzó a ir a la escuela con guardaespaldas, mientras que la familia concretaba los planes para mudarse a Estados Unidos.
Cuando cumplió 18 años partió a Miami, donde conoció a un hombre 10 años mayor que ella, con quien se casó para poder independizarse de sus padres. Poco después de su matrimonio y para su alegría, quedó embarazada, pero a los cuatro meses de gestación perdió al bebé.