Rechazado por Canelo y esquivado por Bivol: así fue como David Benavidez se convirtió en campeón mundial del CMB en medio del silencio, la polémica y la sed de justicia

Rechazado pero invencible: David Benavidez y su coronación inesperada como campeón mundial del CMB”

CIUDAD DE MÉXICO — A veces, los caminos hacia la gloria no se trazan con oro y fama, sino con rechazos, silencios incómodos y decisiones polémicas. Tal es el caso de David Benavidez, conocido como “El Bandera Roja”, quien acaba de ser nombrado campeón mundial de peso semipesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), a pesar de que dos de los nombres más grandes del boxeo actual —Saúl “Canelo” Álvarez y Dmitry Bivol— se negaron a pelear con él.

La noticia cayó como un rayo en el universo del boxeo. Fue Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, quien a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), anunció la decisión. El anuncio se produjo poco después de que Patrick English, abogado de Dmitry Bivol, notificara de forma seca y oficial que su cliente no defendería su título contra Benavidez, a pesar de que este era el retador mandatorio.

Para muchos, fue un acto de evasión. Para otros, una estrategia calculada. Pero para Benavidez, fue la oportunidad que tanto había esperado.

Una corona entre sombras

Dmitry Bivol, el único hombre que ha logrado vencer a Canelo Álvarez en el ring, venía de una impresionante victoria ante Artur Beterbiev, con lo cual se había convertido en campeón indiscutido de la división semipesada. Sin embargo, su negativa a enfrentar a Benavidez levantó sospechas, especialmente entre los fanáticos mexicanos que ven en el “Bandera Roja” a uno de los últimos gladiadores dispuestos a todo.

Mauricio Sulaimán no ocultó su molestia. Calificó la notificación como “fría e impersonal” y tachó los argumentos del equipo de Bivol como “ridículos”. La respuesta del CMB fue firme: Dmitry Bivol quedó fuera, y David Benavidez fue ascendido automáticamente a campeón mundial.

Canelo y el silencio que habla

Pero no fue sólo Bivol quien evitó a Benavidez. También Canelo Álvarez, el ídolo tapatío y rostro del boxeo mexicano en el mundo, declinó el enfrentamiento, argumentando que Benavidez “habla demasiado”, y que no desea lidiar con ese tipo de actitudes, independientemente del dinero involucrado.

Sin embargo, Canelo no ha cerrado la puerta por completo. En entrevistas recientes ha dejado entrever que el enfrentamiento podría suceder en el futuro, aunque por ahora, su atención está puesta en otros proyectos y rivales.

Lo cierto es que el público lo pide. La afición mexicana —que ama las peleas con corazón, sangre y orgullo— quiere ver a Benavidez contra Canelo. Porque aunque Canelo ha logrado hazañas históricas, muchos consideran que su negativa a enfrentar a Benavidez ensombrece su legado.

Un campeón forjado en la adversidad

David Benavidez no ha tenido un camino fácil. Desde sus inicios, ha enfrentado dudas, críticas y momentos oscuros. Pero a fuerza de golpes, disciplina y hambre de gloria, ha callado bocas. Su estilo agresivo, su técnica depurada y su resistencia mental lo han convertido en uno de los púgiles más temidos del circuito actual.

Ahora, con el cinturón del CMB en su cintura, Benavidez no solo es campeón: es símbolo de perseverancia. Un peleador que, aunque fue rechazado por los mejores, se ganó su lugar por derecho propio.

¿Y ahora qué?

La gran pregunta es: ¿qué sigue para David Benavidez? ¿Consolidará su reinado enfrentando a otros grandes nombres? ¿Canelo finalmente aceptará el reto? ¿O viviremos una época de campeones divididos y peleas soñadas que nunca llegan?

El mundo del boxeo está a la expectativa. Porque a veces, los campeonatos más valiosos no son los que se ganan sobre el ring, sino los que se conquistan resistiendo el rechazo, el ego y la política del deporte.

Por ahora, David Benavidez celebra. No con estridencias, sino con la serenidad del que sabe que lo suyo apenas comienza. Porque el verdadero campeón no es el que levanta el cinturón, sino el que está dispuesto a defenderlo contra quien sea. Y Benavidez ya demostró que está listo.

“Me rechazaron, pero no me detuvieron”, parece decir su mirada. Y esa, en el boxeo, es la actitud de un verdadero guerrero mexicano.