Introducción al Flan de Leche Condensada
El flan de leche condensada es un clásico de la repostería que ha conquistado paladares por generaciones. Este postre, suave y cremoso, es perfecto para cerrar una comida con un toque dulce que deleitará a todos los comensales. Con raíces en la tradición europea, el flan ha sido adaptado y perfeccionado en muchos países de América Latina, convirtiéndose en uno de los postres más populares en hogares y restaurantes.
Lo que hace especial al flan de leche condensada es su sencillez. A pesar de tener pocos ingredientes, su textura sedosa y su sabor delicado hacen que sea un favorito en cualquier ocasión. Además, su preparación no requiere de técnicas complejas, lo que lo convierte en una excelente opción tanto para cocineros novatos como para aquellos más experimentados.
Ya sea que lo sirvas solo o acompañado de frutas frescas, caramelo o crema batida, el flan de leche condensada siempre será una excelente elección para impresionar a tus invitados. ¿Listo para aprender a prepararlo? ¡Vamos a por la receta!
Ingredientes del Flan de Leche Condensada
Para preparar este delicioso postre, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 lata de leche condensada (aproximadamente 397 gramos): Aporta la cremosidad y el sabor dulce característico del flan.
- 1 lata de leche evaporada (aproximadamente 360 ml): Complementa la leche condensada, ayudando a equilibrar la textura.
- 5 huevos grandes: Actúan como el agente espesante y le dan al flan su estructura firme pero cremosa.
- 1 taza de azúcar: Para hacer el caramelo que cubre el flan.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla: Aporta un toque aromático que realza el sabor del flan.
- Agua (cantidad necesaria para el baño maría): Para cocer el flan de manera uniforme.