La TRAICIÓN más desgarradora a Pablo Escobar: El papel de su madre Hermilda Gaviria
Hermilda Gaviria Berrío nació en una familia humilde, donde el esfuerzo por salir adelante y alcanzar una vida mejor era el motor de cada día. A pesar de las limitaciones económicas, sus padres siempre buscaban la manera de que Hermilda y sus numerosos hermanos tuvieran lo necesario para sobrevivir. Su padre, incluso, cometió delitos para mantener a su familia, lo que sin duda marcó la vida de Hermilda desde temprana edad. A los pocos años, ella entendió que, en este mundo, el dinero era lo más importante.
Un matrimonio que dio origen a una historia trágica
Hermilda se casó con Abel de Jesús Escobar Echeverri, un hombre antioqueño que, aunque carecía de estudios, tenía tierras y ganado, lo que lo convertía en un hombre con recursos. Juntos, construyeron una familia que, aunque no carecía de lo necesario, siempre deseó más. Hermilda, que trabajaba como maestra, se entregó a su familia, pero su ambición por el dinero nunca dejó de crecer.
Pablo Escobar, el hijo que más tarde se convertiría en uno de los narcotraficantes más poderosos y temidos del mundo, escuchó y adoptó la mentalidad de su madre. Fue bajo su influencia que Pablo forjó su vida, convirtiéndose en un hombre de ambición desmedida, dispuesto a hacer lo que fuera para alcanzar la riqueza y el poder. Pero a pesar de su comportamiento despiadado, una cosa mantenía su humanidad intacta: el amor incondicional que sentía por su familia, especialmente por su madre.
El amor familiar y el camino hacia la perdición
Para Pablo Escobar, su madre era lo más importante del mundo. De hecho, inculcó este amor a sus propios hijos, quienes compartían un lazo muy cercano con su abuela. Pero, con el tiempo, los hechos desvelaron una terrible verdad: el amor de Hermilda por su hijo no era tan firme como parecía.
El giro de la traición
Tras la caída de Pablo Escobar, su madre continuó defendiendo públicamente a su hijo. Frente a las cámaras, Hermilda negaba las acusaciones en su contra, alegando que no sabía nada de los crímenes que se le atribuían, que no creía en las historias que los medios contaban sobre él. Sin embargo, lo que ocurrió después de la muerte de Escobar revelaría una verdad mucho más oscura.
Juan Pablo Escobar, el hijo de Pablo, fue entrevistado poco después de la muerte de su padre, y sus declaraciones fueron interpretadas como una amenaza, lo que provocó que el cártel de Cali y los “Pepes” decidieran tomar acciones contra él. Fue convocada una reunión en Cali con Juan Pablo y su madre, y el objetivo era claro: acabar con la vida de Juan Pablo y quedarse con todo lo que Pablo Escobar había dejado.
Lo más impactante de esta reunión fue que, al llegar, Hermilda Gaviria se sentó al lado de los enemigos de su hijo, los mismos que habían acabado con la vida de Pablo Escobar. Hermilda estaba allí para negociar la entrega de los bienes de su hijo, y todo parecía indicar que su ambición por el dinero había prevalecido sobre cualquier vínculo familiar.
La traición de una madre por poder y riqueza
Hermilda no estaba sola en esa reunión. Los hermanos de Pablo Escobar también estaban presentes, buscando la misma recompensa: dinero y propiedades. Mientras tanto, Hermilda insistía en que todos los bienes que su hijo había dejado fueran entregados a ella.
La reunión terminó con una sorprendente decisión: Juan Pablo Escobar fue perdonado, y su vida se salvó. Sin embargo, esta experiencia marcó un antes y un después para él, su madre y su hermana. Después de este incidente, la familia intentó rehacer su vida fuera de Colombia.
La peor lección de la vida de Pablo Escobar
Juan Pablo Escobar, años después, reveló que su tío, Roberto Escobar, pudo haber sido informante de la DEA, lo que contribuyó a la captura y muerte de Pablo Escobar. La pregunta que queda en el aire es: ¿fue Hermilda Gaviria cómplice en la caída de su propio hijo?
La respuesta parece ser sí, aunque el contexto de sus acciones no sea completamente claro. Al final, lo que quedó claro fue que para Hermilda, el dinero y el poder siempre fueron lo más importante, incluso por encima de su propio hijo y de su nieto.
Pablo Escobar, el hombre que llegó a ser considerado el “zar de la cocaína”, fue formado bajo la educación de su madre. Su ambición, su deseo insaciable de poder y su falta de límites fueron enseñados por ella. Hermilda Gaviria, a pesar de sus aparentes muestras de amor por su hijo, terminó demostrando que su principal motivación fue siempre el dinero.
Una madre que traicionó la memoria de su hijo
Hermilda Gaviria, al final de su vida, no solo traicionó a su hijo en vida, sino que también deshonró su legado al colaborar con aquellos que acabaron con él. Aunque se pueda argumentar que sus acciones fueron motivadas por el deseo de proteger a sus otros hijos, no se puede negar que su prioridad siempre fue el dinero, el poder y las propiedades materiales.
Pablo Escobar no hubiera sido quien fue sin la influencia de su madre. Ella fue la figura que moldeó su carácter, la persona que lo protegió y cubrió durante su reinado en el narcotráfico. Sin embargo, Hermilda Gaviria terminó siendo la mujer que, por avaricia y codicia, traicionó a su propio hijo, dejando claro que la riqueza siempre estuvo por encima de todo para ella.
Hoy, la figura de Hermilda sigue siendo una de las más controvertidas en la vida de Pablo Escobar. Algunos consideran que su ambición fue el motor detrás de la caída de uno de los hombres más temidos de la historia reciente. Lo que está claro es que, al final, el amor que Hermilda Gaviria profesaba por su hijo no era tan inquebrantable como parecía. La avaricia pudo más.