Jaime Moreno: Un Ícono del Cine Mexicano y sus Secretos Más Ocultos
Jaime Moreno, nacido Jaime Gálvez en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 20 de septiembre de 1947, es una figura emblemática del cine y la televisión mexicana. Conocido por su porte encantador y atractivo físico, alcanzó fama en las décadas de los 70 y 80, protagonizando diversas películas y telenovelas que marcaron una época. Sin embargo, detrás del éxito, su vida estuvo llena de altibajos, conflictos familiares y relaciones complicadas. Ahora, a sus 77 años, Moreno ha revelado los desafíos personales que enfrentó en su camino a la fama y en su vida íntima.
La adolescencia de Jaime estuvo marcada por la inestabilidad. Hijo de un jefe de policía y de una madre dedicada al hogar, experimentó una separación temprana de sus padres cuando tenía apenas tres años. Su madre se llevó a él y a sus dos hermanos a la Ciudad de México. Sin embargo, la estabilidad fue corta, ya que su padre volvió a intervenir y se llevó a Jaime de regreso a Chiapas, donde continuó con un patrón de matrimonios y aventuras. Tras un año y medio, Jaime regresó con su madre, pero se encontró en una situación difícil. Su padrastro, con quien su madre había formado una nueva familia, era conocido por su actitud despótica y dominante, lo que pronto generó tensiones en el hogar. Finalmente, su padrastro lo echó de la casa, dejándolo sin un lugar donde vivir.
Expulsado y con solo 15 años, Jaime se refugió en un coche que le prestó un vecino, quien le ofreció una cama en su garaje. Jaime enfrentó noches difíciles, durmiendo con un directorio telefónico como almohada y usando una caja de cartón para guardar sus pocas pertenencias. Pese a las limitaciones, el joven Jaime deseaba reconectar con su madre y sus hermanas, aunque la hostilidad de su padrastro dificultaba las visitas. Esta situación lo llevó a tomar una decisión drástica: obtuvo una pistola calibre .45 y confrontó a su padrastro, exigiéndole que le permitiera ver a su familia cuando quisiera. Este acto de valentía le permitió restablecer el contacto con su madre y sus hermanas, aunque la relación con su padrastro siguió siendo tensa.
Con 16 años, Jaime dejó Chiapas y se mudó a la Ciudad de México, decidido a construir su vida. Comenzó trabajando en estaciones de radio, inicialmente vendiendo anuncios, y poco a poco se fue ganando un lugar como locutor en importantes estaciones como RCN y XCW. Esta experiencia lo llevó a incursionar en el canto y la música. Compró una guitarra y se presentó en cafés de la colonia Del Valle, donde recibía un salario modesto. Su habilidad para imitar voces lo hizo popular, y llegó a imitar hasta 200 voces de famosos, como Juan Gabriel y Raphael. Fue en uno de estos shows donde conoció a Sasha Montenegro, quien lo presentó a Keta Labat, una representante que abriría las puertas a su carrera actoral.
Con la ayuda de Labat, Jaime obtuvo su primer papel en el cine en El Premio Nobel del Amor (1973), donde compartió pantalla con Angélica María. Su gran salto a la fama llegó en 1976 con La India, donde actuó junto a Isela Vega y Mario Almada, lo que consolidó su carrera en el cine. Su atractivo físico lo llevó también a ser una figura popular en las fotonovelas, un género que ganaba popularidad en la época, y donde compartió escenas con las actrices más reconocidas de aquellos años. Además, lanzó dos álbumes de baladas románticas y su éxito en la música se consolidó con la canción “Tie a Yellow Ribbon Round the Ole Oak Tree” en Siempre en Domingo, el programa musical de Raúl Velasco.
En televisión, Jaime continuó su éxito en telenovelas como Ana del Aire (1974), junto a Angélica María y Fernando Allende. Su primer protagónico en telenovelas llegó con Yara (1979), dirigida por el aclamado productor Ernesto Alonso. Aunque la telenovela no tuvo el éxito esperado, abrió nuevas oportunidades para Moreno, quien continuó destacándose en producciones como Pobre Juventud (1986), donde compartió pantalla con Gabriela Roel y un elenco de jóvenes que incluía a Chayanne. Su aparición en María Mercedes en los 90 junto a Thalía y Arturo Peniche reafirmó su presencia en el medio, y su participación en Hasta el Fin del Mundo Te Amaré en 2014 mostró su longevidad en la industria.
Un hecho que sorprendió a muchos fue su aparición en Playgirl en 1975, convirtiéndose en el primer latino en posar desnudo para la revista. Esta decisión fue complicada para Jaime, quien temía cómo reaccionaría su familia. Sin embargo, la oportunidad profesional y la considerable recompensa económica lo llevaron a aceptar. La sesión, realizada en Los Ángeles, fue desafiante, ya que tuvo que soportar el frío mientras posaba sin ropa en varios escenarios. Su aparición en la portada de la revista incrementó su visibilidad y añadió una nueva dimensión a su imagen pública.
Entre las controversias que marcaron su carrera estuvo su rivalidad con Andrés García, un conflicto que surgió en 1981 durante la grabación de Sexo Sentido. La tensión entre ambos se intensificó debido a la atención de una actriz española, Adriana Vega, quien mostró interés en Jaime en lugar de García. El conflicto escaló hasta el punto de que, en 2003, ambos actores se retaron a un duelo con armas de fuego, que atrajo la atención de más de 50 periodistas. Al final, García desactivó la situación con humor, ofreciendo a Jaime salchichones en lugar de armas y sellando la paz con un abrazo.
En el ámbito personal, Jaime tuvo relaciones notables con figuras como la actriz Lorena Herrera, con quien mantuvo un romance apasionado en los años 80. Pese a la diferencia de edad, ambos vivieron juntos durante dos años. Lorena reveló que, en una ocasión, descubrió que Jaime era mucho mayor de lo que le había dicho, pero sus sentimientos fueron más fuertes que la sorpresa. Con el tiempo, sus intereses y objetivos personales los llevaron a separarse.
Jaime también tuvo una relación duradera con Olivia, una diseñadora gráfica que conoció en Televisa. La pareja estuvo junta por una década, y aunque intentaron formar una familia, Olivia confesó que nunca pudieron concebir hijos. Jaime también tuvo hijos de otras relaciones, aunque solo reconoce a dos que llevan su apellido. En años recientes, enfrentó problemas legales al perder una propiedad en Chiapas debido a una disputa con un ex empleado, lo que resultó en su arresto tras reingresar a la propiedad en varias ocasiones.
Ahora, con 77 años, Jaime Moreno continúa siendo una figura recordada por su trayectoria y sus memorables papeles. Su vida ha estado llena de desafíos, tanto personales como profesionales, y ha tenido que enfrentar numerosas controversias y conflictos, pero su legado en el cine y la televisión mexicana perdura.