A sus 85 años, Terence Hill está así y cómo vive es triste
Terence Hill, el carismático actor y director italiano que saltó a la fama en la década de 1960, ha sido una de las figuras más queridas y populares del cine mundial, especialmente en los géneros de western y acción.
Con su rostro sonriente y su personalidad relajada, Hill se convirtió en un ícono del cine de aventuras, y su trabajo junto a Bud Spencer en películas como Trinity, el hijo del otro o Dos superpolicías sigue siendo recordado con cariño por generaciones de fans.
Sin embargo, después de una vida llena de éxitos en la pantalla grande, la realidad para Terence Hill a sus 85 años es muy diferente a la imagen pública que dejó en los recuerdos de sus seguidores. Hoy, el actor vive una vida tranquila y alejada del bullicio de la fama, y su día a día es marcado por la soledad y la reflexión sobre el paso del tiempo.
1. Una Carrera Llena de Éxitos y Afecto Popular
Nacido como Mario Girotti el 29 de marzo de 1939 en Venecia, Italia, Terence Hill comenzó su carrera en el cine a una edad temprana. Su primer gran éxito llegó cuando trabajó al lado de Bud Spencer en una serie de comedias de acción, donde la química entre ambos actores los hizo inmensamente populares.
Las películas en las que Hill y Spencer se presentaban como dúos cómicos de policías o forajidos se convirtieron en clásicos del cine de culto, especialmente en Europa y América Latina.
El carisma y el estilo relajado de Terence Hill le permitieron forjar una carrera que abarcó más de cinco décadas. Sin embargo, tras su enorme éxito, el actor decidió irse alejando gradualmente de los reflectores, eligiendo papeles más selectivos y finalmente optando por una vida más tranquila y privada.
Sin embargo, los últimos años de su vida han estado marcados por los efectos del envejecimiento y las dificultades propias de la vejez, lo que ha dado lugar a una serie de reflexiones sobre cómo vive en la actualidad.
2. El Declive de la Fama y la Elección de una Vida Alejada del Espectáculo
A pesar de haber sido una de las estrellas más brillantes del cine europeo, Terence Hill ha optado por vivir en una completa calma alejado de las cámaras. Durante muchos años, fue un hombre que disfrutó del bullicio de las grandes producciones cinematográficas, pero ahora, a sus 85 años, el actor se ha retirado casi por completo de la vida pública.
Hace algún tiempo, abandonó su residencia en Los Ángeles, donde vivió durante muchos años, y decidió regresar a su país natal, Italia, para vivir en una zona rural y apartada de la agitación de las grandes ciudades.
La decisión de retirarse de las cámaras y de la vida de estrella no fue algo que vino de la noche a la mañana. A lo largo de los años, Hill se fue distanciando progresivamente de la fama, motivado en parte por su deseo de encontrar una mayor paz interior.
En su juventud, la constante atención y la presión de ser una figura pública eran parte del precio que debía pagar por el éxito, pero a medida que fue envejeciendo, su visión de la vida cambió y buscó una vida más sencilla y menos expuesta.
“No me arrepiento de mi carrera ni de lo que he logrado. Pero también sé que la fama tiene un precio. Con los años, uno empieza a valorar más las cosas simples de la vida, como estar tranquilo, rodeado de los que quieres, y disfrutar de la naturaleza,” expresó Hill en una de sus raras entrevistas en la última década.
3. La Soledad y el Paso del Tiempo
A pesar de sus logros profesionales, la vida de Terence Hill en la actualidad está marcada por una profunda sensación de soledad. A sus 85 años, el actor vive alejado de los focos, pero también alejado de la vida social que disfrutaba en sus años de apogeo.
Aquellos que lo conocen afirman que el actor ha preferido llevar una vida más introspectiva, centrada en el cuidado de sí mismo y en la reflexión sobre los años que han pasado.
En entrevistas recientes, Hill ha hablado con nostalgia de sus compañeros de trabajo y amigos, especialmente de Bud Spencer, quien falleció en 2016. La amistad de Hill con Spencer fue uno de los pilares de su carrera y de su vida personal, y su partida dejó una huella profunda en el actor.
“Bud fue más que un compañero de trabajo, fue un hermano para mí. Después de su muerte, me sentí muy solo. He perdido a muchas personas cercanas a lo largo de los años, y la vida se hace cada vez más silenciosa,” dijo Hill, quien aún guarda el recuerdo de su amigo como uno de los más importantes de su vida.
Si bien ha mantenido una familia cercana, su vida en la actualidad es más tranquila y solitaria. Se sabe que vive en una pequeña casa en el campo, rodeado de naturaleza y con pocos amigos cercanos. Es evidente que el actor ha buscado la calma, pero también la ausencia de las grandes multitudes y la vida de estrella.
A menudo, se le puede ver realizando actividades cotidianas como caminar por su jardín o pasar tiempo con sus animales. Este ritmo de vida sencillo, lejos del bullicio de las grandes ciudades y el mundo del espectáculo, refleja su búsqueda de paz en una etapa avanzada de su vida.
4. La Salud y los Efectos de la Edad
La salud de Terence Hill también es un tema que ha sido mencionado en las pocas ocasiones que ha hablado públicamente en los últimos años. Aunque el actor siempre ha sido conocido por su figura atlética y su energía, el paso de los años ha dejado su huella.
A sus 85 años, Hill ya no es el joven protagonista de películas de acción o de risas y peleas cómicas. El desgaste físico que implica una vida de trabajo en el cine, especialmente en los géneros de acción y western, ha afectado su cuerpo.
En entrevistas anteriores, Hill ha confesado que ha lidiado con algunos problemas de movilidad y dolores relacionados con las secuelas de su carrera profesional, lo cual ha hecho que se aleje aún más de la vida activa que solía llevar.
“Mi cuerpo ya no es lo que era. Es normal, a esta edad uno debe aprender a cuidar lo que tiene. Los años no pasan en vano, y aunque trato de mantenerme bien, a veces la fatiga y el dolor me recuerdan que el tiempo ha pasado,” explicó en una de sus últimas intervenciones.
En su vida diaria, se sabe que Hill ha adoptado hábitos más tranquilos, y se dedica a cuidar su salud con ejercicio moderado y una dieta equilibrada, aunque sin renunciar a la compañía de aquellos amigos cercanos que aún permanecen en su círculo íntimo.
5. La Reflexión de un Hombre que Lo Tuvo Todo
Con el paso de los años, Terence Hill ha llegado a la conclusión de que la fama y el éxito en el cine no son lo único que le da sentido a la vida. A medida que ha ido enfrentando las pérdidas de amigos y colegas, el actor ha reflexionado sobre lo que realmente importa en la vida.
“La fama es algo que se consigue, pero lo que realmente importa es lo que se lleva uno dentro. Los recuerdos, las experiencias, las personas que te acompañan a lo largo del camino. A veces, la mayor riqueza es la que no se ve,” reflexionó Hill en una entrevista reciente.
Aunque su vida en la actualidad puede parecer triste y solitaria para algunos, también es un recordatorio de las inevitables realidades del envejecimiento: el paso del tiempo, la pérdida de seres queridos, y la búsqueda de paz en la etapa final de la vida.
Para Terence Hill, vivir de manera más privada y tranquila parece ser la manera en que ha decidido afrontar su longevidad, alejado de la fama, pero rodeado de recuerdos y la serenidad que brinda la naturaleza y la familia.
A sus 85 años, Terence Hill ha elegido vivir de manera sencilla, alejada del ajetreo de la vida pública, buscando la paz y la reflexión que su alma necesita. La vida del hombre que una vez llenó las pantallas de cine con risas y acción ahora se dedica a una existencia más tranquila y contemplativa, marcada por la soledad y los recuerdos de tiempos pasados.
Aunque su vida hoy pueda parecer triste para muchos, también es una muestra de la sabiduría que llega con la edad y la serenidad de un hombre que, aunque lejos de los focos, sigue siendo una leyenda del cine.