1. Luz y ubicación:
– Coloca la planta en un lugar bien iluminado, pero evita la luz solar directa.
– Cuanto más luz, más intenso será el color púrpura de sus hojas.
2. Temperatura:
– Mantén la planta en un ambiente de entre 18-20°C.
– Evita las corrientes de aire frío, ya que afecta su color y crecimiento.
3. Riego:
– Riega cuando el sustrato esté ligeramente seco, aproximadamente cada 3-4 días.
– No excedas el riego; el exceso de agua puede dañar la planta.
4. Poda:
– Poda cada 2-3 años para mantener su forma y estimular el crecimiento.
– Los ejemplares más viejos pueden perder atractivo; considera reemplazarlos con nuevos esquejes.
5. Propagación:
– Toma esquejes de los tallos durante el trasplante.
– Quita las hojas inferiores y enraíza en agua o directamente en el sustrato.
6. Sustrato:
– Mezcla el sustrato con corteza, perlita o grava para mejorar el drenaje.
– Asegúrate de que la nueva maceta sea solo 2-3 cm más grande que la anterior.
7. Fertilización:
– Aplica fertilizante rico en fósforo y potasio cada 1-2 semanas durante el crecimiento activo.
8. Limpieza de hojas:
– Limpia las hojas con un pincel suave para no dañarlas.
9. **Protección contra plagas:
– Vigila la aparición de plagas como cochinillas, ácaros o mosca blanca.
– Usa una mezcla de agua, jabón y alcohol para combatirlas.
10. Ventilación:
– No expongas la planta al frío al ventilar la habitación.
– Si es necesario ventilar, trasládala a un lugar más cálido.