¡El Escándalo Oculto en la Genealogía de Jesús que Nadie Se Atreve a Contar!

Las genealogías de Jesús en Mateo y Lucas no se contradicen, sino que cumplen funciones distintas: Mateo presenta la línea legal de José para afirmar el derecho mesiánico de Jesús al trono de David, mientras Lucas muestra la línea de sangre asociada a María y conecta a Jesús con toda la humanidad.

 

13 – 19 febrero. Mateo 5; Lucas 6: “Bienaventurados sois”

 

La genealogía de Jesús es un tema que ha capturado la atención de teólogos y curiosos por igual, pero pocos se atreven a profundizar en las complejidades que rodean a este árbol familiar.

La historia comienza con una aparente contradicción que podría hacer tambalear la fe de muchos: según Mateo, el padre de José es Jacob, mientras que Lucas sostiene que es Elí.

¿Cómo es posible que un hombre tenga dos padres diferentes? Esta discrepancia ha llevado a muchos a cuestionar la validez de las Escrituras, pero lo que muchos no saben es que detrás de esta confusión se oculta un mensaje profundo y revelador.

En el mundo antiguo, la genealogía no era simplemente un pasatiempo; era un documento legal, un pasaporte que demostraba tu identidad y tu derecho a pertenecer a una comunidad.

Las genealogías servían para probar tres cosas fundamentales: tu función dentro de la sociedad, tu pertenencia al pueblo de Israel y tu derecho a la tierra. Así que, cuando Mateo presenta su genealogía, no lo hace al azar.

Su objetivo es claro: demostrar que Jesús es el legítimo heredero del trono de David, el Mesías que el pueblo judío había estado esperando.

Mateo divide su genealogía en tres secciones, cada una con 14 generaciones, un número que no es casualidad. En el hebreo, las letras tienen valores numéricos, y al sumar los valores de las letras que componen el nombre “David”, obtenemos 14.

Con esto, Mateo está enviando un mensaje claro a su audiencia: “Este hombre es el hijo de David”. Pero la historia se complica cuando aparece Jeconías, un rey tan malvado que Dios pronunció una maldición sobre su descendencia.

Según la profecía, ninguno de sus descendientes podría sentarse en el trono de David. Esto plantea un problema monumental: si Jesús es descendiente de Jeconías, no puede ser rey.

 

Mateo 8; Lucas 7:11–17

 

Sin embargo, Mateo introduce una cláusula de escape en su genealogía. A diferencia de los otros nombres que se presentan como “engendró a”, cuando llega a Jesús, dice que José es el marido de María, de la cual nació Jesús.

Esto implica que la genealogía de Mateo es legal, no biológica. En el contexto romano y judío, la adopción legal era más fuerte que la biológica. Al adoptar a Jesús, José le otorga todos los derechos legales al trono de David, evitando así la maldición de Jeconías.

Pero aquí es donde la historia se vuelve aún más intrigante. Mateo no solo presenta a hombres en su genealogía; incluye a mujeres, algo inusual en la cultura patriarcal de la época. Las mujeres que menciona no son las heroínas típicas de la historia judía.

En cambio, Mateo elige a Tamar, Rahab, Rut y la mujer de Urías, cada una con historias llenas de escándalos y pecados.

Tamar, que se disfrazó de prostituta para engañar a su suegro, Rahab, una prostituta cananea, Rut, una moabita, y Bzabé, involucrada en el adulterio con David.

Al incluir a estas mujeres, Mateo está diciendo que la línea de Jesús no proviene de personas perfectas, sino de personas rotas y marginadas. Este es un mensaje de esperanza y redención que resuena profundamente.

Por otro lado, Lucas presenta una genealogía diferente, comenzando con Jesús y retrocediendo hasta Adán. Su enfoque es más inclusivo, mostrando que Jesús es el salvador de toda la humanidad, no solo de los judíos.

Al incluir a Noé, Lucas enfatiza que Jesús viene por todos, independientemente de su origen étnico. Esto es una declaración radical que desafía las normas de su tiempo.

 

Quiénes escribieron sobre Jesús? — BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower

 

La clave para entender estas dos genealogías radica en el hecho de que ambas son ciertas. Mateo proporciona la genealogía legal de José, mientras que Lucas ofrece la línea de sangre, que se cree que pertenece a María.

En la cultura judía, la línea de descendencia se trazaba a través de los hombres, pero si Elí no tenía hijos varones, su yerno José se convertiría legalmente en su hijo al casarse con María.

Esto significa que Jesús es tanto el heredero legal del trono de David a través de José como el descendiente de sangre a través de María, limpiando así cualquier maldición que pudiera haber sobre su linaje.

Esta revelación no solo resuelve la aparente contradicción, sino que también revela un plan divino meticulosamente diseñado. Dios no hace nada al azar, y cada elemento de estas genealogías tiene un propósito.

La genealogía de Jesús es un testimonio de cómo lo quebrantado puede ser redimido, cómo la gracia de Dios se extiende a todos, incluidos aquellos que han sido marginados y olvidados.

Así que, la próxima vez que te encuentres con la genealogía de Jesús, recuerda que no es solo una lista de nombres, sino una poderosa narrativa de redención y esperanza.

Es la prueba de que Dios usa a aquellos que la sociedad considera indignos para cumplir sus promesas. Este es el verdadero escándalo en la genealogía de Jesús: su linaje no es perfecto, pero está lleno de gracia, amor y redención para todos.