La vida llena de altibajos y el triste final de Fernando Almada dejan muchas preguntas en el corazón de los aficionados: ¿qué fue lo que realmente le sucedió a esta leyenda?

El mundo del cine mexicano se encuentra de luto por el fallecimiento de Fernando Almada, uno de los íconos más grandes y respetados de la industria cinematográfica mexicana. Reconocido por su extraordinaria carrera y legado, Fernando Almada, junto a su hermano Mario, formó una dupla de héroes de acción que se ganó el cariño y la admiración del público en México y en toda América Latina. Con su partida el 30 de octubre de 2023, a los 94 años, se cierra un capítulo importante en la historia del cine de acción en México.

Fernando Almada nació el 26 de febrero de 1931 en Guatabampo, Sonora, México. Desde joven, mostró un gran interés por el mundo del cine, aunque inicialmente siguió un camino académico en ingeniería. A pesar de esta elección, su vocación por la actuación lo llevó a cambiar de rumbo y unirse a la Asociación Nacional de Actores (ANDA), donde rápidamente se destacó por su talento y carisma. Este cambio de trayectoria lo llevó a convertirse en una figura emblemática del cine de acción mexicano, género en el cual encontró su mayor reconocimiento.

En 1959, Fernando debutó en el cine con la película Milagros de San Martín de Porres, marcando el inicio de una carrera que se extendería por más de seis décadas. Este primer acercamiento al mundo cinematográfico sería solo el comienzo de una prolífica carrera. Durante los años 60, Almada consolidó su lugar en la industria, especialmente al formar una dupla con su hermano Mario. Juntos, protagonizaron numerosas películas que hoy en día son consideradas clásicos del cine mexicano. Su primera colaboración en la pantalla grande fue en Los Jinetes de la Bruja (1965), un filme que marcó el inicio de una de las alianzas más exitosas en el cine de acción.

Fernando Almada no solo se limitó a actuar; también se desempeñó como productor, director y guionista, demostrando un amplio conocimiento y amor por la industria cinematográfica. Este multifacético rol le permitió tener una comprensión profunda de cada etapa de producción en el cine, lo que lo llevó a destacarse tanto dentro como fuera de la pantalla. Su compromiso con el cine lo convirtió en un actor sumamente respetado y en una figura de gran influencia para las generaciones que vinieron después de él.

A lo largo de su carrera, Fernando y Mario Almada protagonizaron películas de acción que los hicieron famosos por interpretar personajes valientes y justicieros. Este estilo único de actuación, donde siempre encarnaban a héroes de carácter fuerte y moral intachable, resonó profundamente con el público mexicano. La gente los reconocía como “los superhéroes mexicanos”, ya que sus personajes nunca se rendían y siempre luchaban por la justicia. Entre sus filmes más recordados se encuentran Todo por Nada (1968), El Arracadas (1977) y Los Desalmados (1970), producciones que lograron capturar la esencia de la cultura mexicana y el sentido de justicia del pueblo.

Uno de los aspectos que diferenciaba a los hermanos Almada de otros actores fue su capacidad para conectar con el público a través de personajes que representaban los valores de la cultura mexicana. Sus actuaciones reflejaban la valentía, la humildad y el sentido de justicia que caracterizan al pueblo mexicano. Esta autenticidad fue una de las razones por las que sus películas se volvieron tan populares y por las que los hermanos lograron una carrera tan prolífica. Su versatilidad les permitió incursionar en otros géneros, como el drama y la comedia, aunque fueron sus papeles en el género western y de acción los que les dieron mayor reconocimiento.

A lo largo de su trayectoria, Fernando Almada acumuló una extensa filmografía con más de 300 películas, muchas de ellas junto a su hermano Mario. Los Almada no solo compartieron una vocación por el cine; su lazo familiar era tan fuerte que incluso en la muerte parecieron seguir unidos. De hecho, ambos fallecieron a la edad de 94 años, lo que refuerza el simbolismo de su unión, tanto en la vida como en la muerte. Marcos Almada, sobrino de Fernando e hijo de Mario, mencionó en una entrevista que sus tíos siempre fueron personas humildes, queridas por su sencillez y autenticidad, cualidades que los llevaron a ganarse el cariño y respeto del público.

Además de su carrera cinematográfica, Fernando Almada también tuvo una vida personal interesante y en algunos casos, llena de controversias. Se dice que mantuvo una relación tensa con el famoso cantante y actor Vicente Fernández, quien presuntamente sintió celos de Almada durante la filmación de El Arracadas. Según rumores, la actriz Patricia Rivera mostró interés en Fernando Almada durante el rodaje, lo que generó incomodidad en Fernández. Aunque esta tensión nunca pasó a mayores, se cuenta que Vicente Fernández evitó volver a trabajar con Fernando después de esa experiencia.

La noticia del fallecimiento de Fernando Almada fue confirmada por la Asociación Nacional de Actores (ANDA), que expresó sus condolencias a través de sus redes sociales. La partida de Almada marca el fin de una era en el cine mexicano. Su última película, El Rey de la Mota, se estrenó en 2001 y fue su despedida de la gran pantalla. Tras su retiro, Almada mantuvo un perfil bajo y prefirió no hacer apariciones públicas, especialmente después del fallecimiento de su hermano Mario en 2016.

El legado de Fernando Almada en el cine mexicano es incalculable. A través de sus películas, los hermanos Almada se convirtieron en símbolos de valentía y justicia para varias generaciones de mexicanos. Con su partida, se apaga una estrella, pero su legado y sus contribuciones a la cultura cinematográfica de México seguirán vivos en la memoria de quienes disfrutaron de sus películas y vieron en ellos a los héroes de su niñez.

La familia Almada ha dejado una huella imborrable en la historia del cine mexicano, y la figura de Fernando Almada, junto a la de su hermano Mario, seguirá siendo una referencia indiscutible en el cine de acción. Ambos hermanos, con su dedicación y pasión, revolucionaron el género, y su influencia se sentirá en las futuras generaciones de actores y amantes del cine mexicano.