“Temo por mi vida”: Maribel Guardia denuncia amenazas de Imelda Tuñón

“Temo por mi vida”: Maribel Guardia detalla amenazas y responsabiliza a familiares de su exnuera

Maribel Guardia recibe amenazas tras la disputa con su ex nuera Imelda  Garza Tuñón

Con una voz quebrada y gestos visiblemente afectados, Maribel Guardia, la querida actriz y cantante costarricense radicada en México, reveló públicamente que teme por su vida y su integridad. Según anunció durante una entrevista reciente, ha recibido varias amenazas presuntamente provenientes de personas cercanas a Imelda Garza Tuñón, madre de José Julián, nieto suyo. Estas graves acusaciones han encendido nuevamente el foco mediático en una disputa familiar compleja que involucra herencias, tensiones generacionales y la custodia de un menor.

Un conflicto que arrastra silencia

La confrontación entre Maribel y la familia de Imelda lleva meses escalando tras el anuncio del divorcio de su hija Mariana, madre de José Julián. Desde entonces, las tensiones han ido en aumento, según la actriz, sobre todo por diferencias en cuestiones de crianza, patrimonio y derechos respecto al pequeño. En este contexto, Maribel sostiene que desde hace tiempo se ve hostigada y víctima de amenazas:

“Temo por mi vida, temo por mi seguridad, tengo miedo que se metan a mi casa”

Estas declaraciones fueron acompañadas por un deseo firme de acotar posibles responsabilidades legales y proteger su bienestar y el de su familia, según lo informó durante su intervención con varios medios.

Maribel Guardia teme por su vida tras supuestas amenazas de Imelda Tuñón -  UnoTV

¿Quién es Imelda Garza Tuñón?

Imelda, madre de la expareja de la hija de Maribel, ha permanecido al margen de los reflectores. La atención pública recayó originalmente sobre ella por los mensajes que, según la actriz, aseguran provienen de “personas cercanas” a Imelda. Maribel advierte que, en caso de que ocurra algo, considera a esta familia como responsable directa. El tema escaló tanto que el canal Al Rojo Vivo se hizo eco del caso, tras lo cual lograron contactarla para obtener su versión .

Detalles escalofriantes desde la fuente

En declaraciones transmitidas en diversos canales, Guardia subrayó que jamás había pensado que algo así le sucedería a ella, quien ha vivido gran parte de su vida bajo los reflectores sin mayores amenazas. Sin embargo, la preocupación y el miedo ya son tangibles. Según afirmó:

“Yo la verdad, no estoy muy bien, he estado con muchas amenazas…”

Además, enfatizó que los mensajes no han sido objeto de difusión pública por respeto a su familia, pero que sí han tenido lugar y la mantienen en estado de alerta.

institucional y mediática

Hasta el momento, no se ha informado de una denuncia formal ante autoridades. Sin embargo, diversas voces han manifestado su respaldo hacia Maribel. Usuarios en redes sociales han expresado simpatía y preocupación; muchos creen en la veracidad del relato de la actriz, mientras que otros demandan pruebas formales. En foros y comentarios relacionados con la noticia, se lee:

“Maribel ya hizo lo que tenía que hacer, quiso proteger al niño…”

Están impacientes por la transparencia en los procesos legales, y atentos a posibles avances judiciales que esclarezcan la situación.

¿Qué dice la otra parte?

Aunque Imelda no ha brindado una declaración oficial sobre las acusaciones, la cobertura señala que podría sentirse atacada o cuestionada por la alerta de amenazas y responsabilidad directa. Algunas publicaciones han intentado contactar a sus abogados o entorno cercano, pero la postura oficial aún no ha sido difundida.

La custodia de José Julián

En el epicentro de este conflicto se encuentra el pequeño José Julián. La discusión sobre su custodia ha sido delicada, sin duda intensificándose cuando la familia de Maribel ha solicitado ejercer más participación en su crianza. Desde su divorcio, la madre del menor ha estado relacionalmente complicada, y la postura de Imelda ha sido interpretada como una defensa férrea del rol de su hija —y potencialmente su propia influencia como abuela.

Temores, celos familiares, dinámicas de poder, herencias y el amor por un niño confluyen en un entramado que ha escalado hasta el punto que Maribel expresa sentir su integridad en peligro.

¿Qué sigue en este drama familiar?

Posibles denuncias legales
Personas cercanas a la actriz han señalado que Maribel está valorando presentar una denuncia o solicitar protección ante las autoridades, para garantizar su seguridad y la del menor involucrado.

Medios y redes mantienen vigilancia
Periódicos y periodistas del espectáculo continúan pendientes de cualquier evolución. Los propios medios han publicado avances, y la propia Maribel ha pedido respeto para su esfera privada.

Posible reacción de Imelda y su entorno
Si bien no se ha pronunciado, se espera que su entorno responda, ya sea descartando acusaciones, cuestionando la veracidad o replanteando su posición frente a la familia extendida.

Impacto en la sociedad
Como Sujetos de atención pública, ambos deben medir sus palabras. La acusación pública de amenazas implica consecuencias legales y morales que podrían derivar en investigaciones, querellas y sanciones.

Reflexiones finales

El caso de Maribel Guardia saca a la luz la fragilidad humana incluso en figuras célebres, aquellas que transitaron décadas frente a cámaras. Cuando los problemas familiares trascienden lo privado y se convierten en patrimonio mediático, el costo emocional puede ser devastador.

La sombra más oscura de esta historia se cierne sobre un niño inocente, cuyos intereses y bienestar deberían primar por encima de cualquier otro. Si la corriente de acusaciones sigue avanzando, no solo podría escalar la tensión jurídica entre las partes, sino también fracturar lo que queda de una relación entre generaciones.

Conclusión

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El testimonio de Maribel Guardia —fuerte, sincero y alarmante— ha levantado la voz en un caso que involucra amenazas, acusaciones graves y la responsabilidad de la familia de su exnuera. Mientras la actriz exige protección y apunta directamente a la madre de su nieto como posible orquestadora de un acoso peligroso, la otra parte guarda silencio, lo que solo añade mística y gravedad al asunto.

En este momento, queda esperar la actuación de instancias legales, que puedan aclarar la existencia real de amenazas y garantizar la seguridad de todos los involucrados. La importancia de la prudencia, el respeto y el debido proceso es innegable.

Al final, más allá de escándalos y titulares, el verdadero foco debe estar en un menor que no eligió estar en medio de un conflicto de adultos. Y ese enfoque puede marcar la diferencia entre una disputa mediática y una resolución justa.