¡ÚLTIMO MINUTO! ABREN EL SALÓN DE VALERIA MÁRQUEZ: y descubren un terrible secreto
La noticia ha generado un escándalo inesperado en redes sociales y medios de comunicación: el salón de belleza de Valeria Márquez, una de las influencers más seguidas del país, ha sido finalmente abierto al público y lo que se descubrió dentro ha desatado una tormenta de críticas, sospechas y desilusión.
Durante años, Valeria había compartido con sus millones de seguidores imágenes cuidadas y videos espectaculares que mostraban lo que parecía ser un salón de lujo: pisos relucientes, espejos iluminados, productos de marcas exclusivas y un diseño moderno que muchos aspiraban a conocer.
Prometía un espacio donde el glamour y la atención personalizada eran la norma.
Sin embargo, el día de la apertura oficial, cuando finalmente los primeros clientes cruzaron las puertas del establecimiento, la realidad fue muy diferente a lo que se mostraba en pantalla.
Lo que encontraron fue un lugar a medio terminar, con paredes sin pintar, mobiliario deteriorado y un ambiente caótico que contrastaba fuertemente con la imagen digital del salón.
Algunos asistentes, visiblemente molestos, comenzaron a grabar lo que veían y a publicarlo en redes, donde los videos rápidamente se volvieron virales.
En pocas horas, cientos de personas comenzaron a cuestionar la veracidad de todo lo que Valeria había mostrado hasta entonces.
La decepción creció cuando se descubrió que muchos de los productos de belleza estaban vencidos o sin etiquetado oficial.
Una exempleada, que trabajó durante semanas en la preparación del local, decidió romper el silencio y brindó declaraciones a la prensa.
Según su testimonio, el salón nunca estuvo diseñado para funcionar realmente como un negocio activo, sino como un “set” para alimentar la imagen de Valeria como empresaria exitosa.
De acuerdo con su versión, varias sesiones de fotos y videos promocionales fueron montadas de forma estratégica usando productos prestados, decoraciones alquiladas y personal que solo estaba presente durante las grabaciones.
También aseguró que ni ella ni sus compañeras recibieron pagos completos y que fueron obligadas a firmar contratos de confidencialidad.
La situación se volvió aún más grave cuando inspectores de salubridad acudieron al lugar tras una denuncia anónima.
Encontraron múltiples irregularidades: la cocina interna usada para preparar bebidas a los clientes estaba infestada de plagas, no existía un protocolo de higiene formal y no se exhibían los permisos sanitarios requeridos para operar.
En el fondo del salón, tras una puerta metálica cerrada con candado, los inspectores descubrieron una habitación llena de artículos personales, documentos, cajas cerradas y una computadora que, según fuentes extraoficiales, contenía archivos relacionados con pagos en efectivo y facturas no declaradas.
Este descubrimiento ha encendido alarmas sobre posibles prácticas ilegales y evasión fiscal.
Varios especialistas en derecho empresarial han señalado que, si se confirma que el salón operaba sin permisos y simulaba una actividad comercial inexistente, Valeria Márquez podría enfrentar consecuencias legales.
Mientras tanto, el escándalo ha dividido a su comunidad de seguidores.
Algunos defienden a la influencer asegurando que todo es una campaña en su contra, mientras otros la acusan de haber construido una carrera sobre una imagen falsa.
Las publicaciones recientes en sus redes sociales han sido inundadas con comentarios exigiendo explicaciones, disculpas y transparencia.
Hasta el momento, Valeria no ha ofrecido un comunicado oficial.
Solo se limitó a publicar una historia breve en su cuenta de Instagram en la que decía sentirse “muy afectada por todo lo que está pasando” y pidió “tiempo para asimilar las cosas”.
Sin embargo, muchos consideran que su silencio es una estrategia para evitar mayores repercusiones legales o mediáticas.
Algunos medios aseguran que su equipo legal ya está trabajando para frenar la ola de críticas y que una entrevista exclusiva podría estar en preparación.
Este episodio ha puesto en entredicho no solo la figura de Valeria Márquez, sino también el impacto de las redes sociales como plataformas donde la imagen puede ser más poderosa que la realidad.
El caso continúa en investigación, pero lo que está claro es que el escándalo ha marcado un antes y un después en la carrera de una influencer que parecía tenerlo todo, pero que ahora enfrenta el reto de reconstruir su credibilidad ante los ojos de un público que ya no cree tan fácilmente en lo que ve en pantalla.