Noticias País, Santo Domingo. “Mi papá no quería saber de eso… decía que iba a terminar mal.” Con esa herida abierta y todavía latiendo en sus recuerdos, René Castillo reveló una de las verdades más íntimas de su historia: sus padres nunca lo apoyaron cuando decidió lanzarse al mundo del entretenimiento y la comunicación.
René Castillo: “Mis padres no me apoyaron, pero se logró.
Era el año 2005, vivía en Villa Mella, y entre cumpleaños animados y comerciales sin paga, comenzó un camino que pocos conocen en profundidad, pero que hoy le permite mirar atrás sin arrepentimientos.
En un rincón olvidado de Telecentro, René inició como voz en off para programas como El Escándalo del 13, al tiempo que estudiaba locución y se inventaba la vida.
“Tenía que andar con un bulto lleno de libros, ropa y un par de zapatos, porque salía de la universidad directo al canal”, narró con nostalgia.
Mientras su familia temía que “terminara en vicios o desviado”, él forjaba con tenacidad y hambre de dignidad la identidad que más adelante transformaría la forma de hacer contenido inmobiliario en República Dominicana.
Desde esa etapa hasta hoy, ha sido un trayecto de altas y bajas económicas, de relaciones que dejaron cicatrices, y de ideas rechazadas que luego se volvieron oro.
La independencia llegó en 2009, con apenas 25 mil pesos de un patrocinio que apenas cubría lo esencial, pero que marcó el inicio de su autonomía.
“Tuve que mudarme y comenzar de cero, sin respaldo familiar y con una pareja a cuestas. Lo hice con las uñas”, relató.
Hoy, Click es su proyecto más ambicioso: una plataforma digital para mostrar propiedades en recorridos audiovisuales de alta calidad.
René Castillo: “Mis padres no me apoyaron, pero se logró.
Pero detrás del éxito de sus videos y sus gorras “de alto valor”, hay una estructura empresarial que sostiene su canal y una crítica feroz al sistema que lo ignoró.
“En este país, si no eres tu propio gobierno, estás perdido. El Estado nunca ha hecho nada por nosotros”, dijo con la certeza de quien ha vivido cada centímetro de esa sentencia.
Para René, los antivalores tienen mayor difusión en la sociedad actual, y esa distorsión ha afectado todo: desde el respeto al talento hasta la forma en que se premia la vulgaridad.
“La gente dice estar harta de lo viral, pero solo consume lo viral”, expresó, criticando la falta de profundidad en los medios que hoy privilegian lo inmediato por encima de lo trascendente.
Aun así, no se victimiza: “Yo me enfoco en lo mío. Mientras me ignoran, vendo propiedades, monto mi oficina y sigo creando contenido con propósito.”
René Castillo: “Mis padres no me apoyaron, pero se logró.
En lo personal, renunció a tener más hijos. Su enfoque está en crecer, viajar y expandir Click con nuevas torres y desarrollos.
Vive solo, sin mascotas, y aunque admite que “con la edad los estándares bajan”, sigue creyendo en el amor. Lo que no quiere es complicarse. “Todas joden, pero hay niveles. Yo solo quiero paz”, soltó entre risas.
René Castillo: “Mis padres no me apoyaron, pero se logró.
Padre de Rene y su hijo
A sus 40 años, René Castillo es uno de los pocos talentos dominicanos que ha logrado reconvertirse sin traicionar su esencia.
Desde la televisión hasta los negocios, desde la olla hasta las grandes producciones en YouTube, ha aprendido que el respeto no se mendiga: se construye con resultados.
“Yo no espero nada del gobierno. Lo que quiero es que la gente deje de quejarse y se ponga pa’ lo suyo. Que estudien, que hagan algo útil. La solución está más cerca de lo que piensan”, concluyó sin filtros, como quien no tiene tiempo para perder en quejas y sabe que la verdadera revolución empieza en casa.