Tras el viaje relámpago del Príncipe Harry a Londres, la familia real se encuentra una vez más en el centro de atención, con las tensiones entre los hermanos, el príncipe William y el príncipe Harry, al frente del discurso.
La breve visita del duque de Sussex para ver a su padre enfermo, el rey Carlos, dejó al príncipe William sintiéndose “molesto” y frustrado, según la experta real Ingrid Seward.
La relación distanciada del príncipe William y el príncipe Harry
A pesar de la urgencia de la situación, la visita de Harry, etiquetada por algunos como una “oportunidad de relaciones públicas”, incluyó un tiempo mínimo con su padre y ninguna interacción con su hermano distanciado.
Seward señala que William, en particular, estaría consternado por el enfoque de Harry, esperando una reconciliación genuina en lugar de lo que él percibe como un truco publicitario.
“En lo que respecta a William, no tiene absolutamente ningún interés en hablar con Harry hasta que éste se comporte como un caballero y se disculpe por los años de groserías e insultos”, explica Seward.
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La falta de un encuentro significativo entre los hermanos subraya la profunda grieta que ha plagado su relación en los últimos años.
El historiador Sir Anthony Seldon advierte sobre las consecuencias de prolongar el distanciamiento y sugiere que Harry corre el riesgo de perder el apoyo público si no aborda los problemas subyacentes.
“Con cada crisis que pasa, ese optimismo se ve afectado”, reflexiona Sir Anthony.
¿Por qué Harry fue a Londres por un día?
Mientras tanto, abundan las especulaciones sobre la brevedad de la visita de Harry y su rápido regreso a California.
Aunque algunos interpretan sus acciones como impulsivas, otros las ven como un intento sincero de reconciliación ante la crisis de salud de su padre.
“Harry actuó por impulso y sintió que debía ver a su padre cara a cara cuando escuchó la noticia”, sugiere la comentarista real, la profesora Pauline Maclaran.
En medio del drama familiar hay algunas complejidades en juego, tanto dentro de la casa real como en el panorama mediático más amplio.
La tensa relación del príncipe Harry con la prensa sensacionalista añade otra capa de tensión a una situación ya complicada, con titulares que enmarcan su visita como evidencia de discordia familiar.
A medida que se calma el polvo de la fugaz visita de Harry, persisten las preguntas sobre el futuro de la ruptura real y la posibilidad de reconciliación.