De admirador a retador: Terence Crawford quiere destronar al ídolo que lo inspiró
En el mundo del boxeo, donde las rivalidades suelen estar teñidas de provocaciones y egos inflados, pocas veces se ve un gesto tan sincero como el que recientemente tuvo Terence Crawford hacia Saúl “Canelo” Álvarez. El campeón estadounidense, considerado por muchos como uno de los mejores libra por libra de la actualidad, no solo expresó su respeto por el mexicano, sino que reconoció haber sido fanático de su carrera durante años.
“He sido fan de Canelo durante años. Cada pelea suya ha sido un paso que lo llevó al siguiente nivel. No menosprecio a ninguno de sus rivales”, afirmó Crawford en una entrevista con The Ring. Sus palabras no fueron solo halagos vacíos. Dejó claro que la evolución del tapatío fue para él una inspiración, una especie de guía silenciosa que le mostró cómo construirse una carrera sólida y trascendente.
Y es que hablar de Canelo Álvarez es hablar de constancia, evolución y reinvención. Desde su debut profesional con apenas 15 años hasta convertirse en el rostro del boxeo mundial, el mexicano ha librado batallas en múltiples categorías, vencido a campeones en cinco divisiones y roto barreras en cuanto a popularidad e ingresos se refiere.
Sin embargo, la admiración no impide que Crawford quiera enfrentarlo. Todo indica que tras la pelea programada de Canelo el 3 de mayo ante el cubano Williams Colt, campeón de la FIB en las 168 libras, el siguiente capítulo será el más esperado del año: Canelo vs. Crawford, previsto tentativamente para el 13 de septiembre en el imponente Allegiant Stadium de Las Vegas.
Aunque aún no se ha hecho oficial, fuentes cercanas a ambas partes aseguran que el acuerdo está prácticamente cerrado. De concretarse, no solo se trataría de un enfrentamiento entre dos gigantes del deporte, sino de un combate cargado de simbolismo: el alumno desafiando al maestro, el admirador buscando superar al ídolo.
Crawford, quien ha barrido en las divisiones ligero, superligero y wélter, ahora pretende dar el salto a las 168 libras, territorio donde Canelo es rey absoluto. “Él es la cara del boxeo”, dijo Terence, dejando claro que no se trata solo de una pelea más, sino de la cumbre máxima en su carrera.
Del lado del mexicano, el camino no ha sido fácil. Las críticas no han faltado: que si elige rivales cómodos, que si evita ciertos nombres. Pero la realidad es otra. Cada pelea, cada cinturón y cada victoria han sido escalones en una trayectoria que ningún otro mexicano ha logrado igualar. En respuesta a los detractores, Crawford fue contundente: “No voy a menospreciar a ningún oponente que haya enfrentado. Todos han contribuido a que esté donde está”.
Este enfrentamiento, de realizarse, promete ser un duelo de alto nivel técnico. Canelo con su potencia, su golpeo al cuerpo y su solidez defensiva; Crawford con su precisión quirúrgica, su rapidez felina y esa capacidad camaleónica de cambiar estilos en pleno combate. Dos inteligencias de ring frente a frente. Dos leyendas vivas peleando no solo por cinturones, sino por el trono del boxeo mundial.
Aunque Canelo partirá como favorito por su experiencia en el peso supermediano, Crawford no es un retador cualquiera. Es un peleador completo, invicto, con hambre de gloria y con un motor interno que lo ha llevado a conquistar cada categoría que pisa. Y ahora, lo impulsa algo aún más poderoso: la oportunidad de vencer a quien siempre admiró.
En un deporte tan marcado por las rivalidades amargas, este posible combate representa algo diferente. Es un duelo entre dos hombres que se respetan, que reconocen el valor del otro y que entienden que la cima no se alcanza odiando, sino compitiendo con grandeza.
México espera. El mundo del boxeo contiene el aliento. Y si el destino se alinea, el próximo 13 de septiembre, en Las Vegas, el cuadrilátero será testigo de una batalla que quedará en la historia: la noche en que Terence Crawford se atrevió a desafiar a su ídolo y Canelo Álvarez buscó demostrar, una vez más, por qué sigue siendo el rey indiscutido del boxeo.